miércoles, 22 de septiembre de 2010

Batallando

Hace tiempo que la otra cara de la moneda me mira de reojo. Es demasiado inteligente, y me puede. Estoy intentando recuperar esa parte de mi que me abandonó,  me he dado cuenta de que me hace falta para plantarle cara y decir "hasta aquí", pero me temo que no va a ser tan fácil. Vivo en un pulso continuo, un yo contra yo que no puedo perder... aunque admito que la mano me empieza a temblar.

1 comentario:

bottor dijo...

Siempre se puede echar mano de mano amiga si tiembla la propia... y si no se echa mano, mano amiga cabezona hace lo que esté en su mano por su cuenta para echar una mano en ese mano a mano del que hablas

O algo