domingo, 18 de noviembre de 2007

Incrédula

Paso las horas
buscando refugio
entre versos anónimos
que me abriguen,
que me hagan olvidar
tu ausencia

pero

cada palabra se clava
evocándote en mi recuerdo
y
me gusta tanto
que a pesar del dolor
de no tenerte
aquí,
ahora,
meto el dedo en la herida
para volver a degustar
tus labios
y mecerme con su risa.

“Si estuvieras aquí…”
-dices-
y un escalofrío recorre mi espalda
como si fueran tus dedos,
fríos
en una caricia
haciéndome creer
que llegará el momento
(créeme)

Quiero gritar al infinito
que desde que nos conocimos
no he dejado de pensar en otra cosa
que no seas tú.

Y quisiera
romper con besos
tus malos despertares
y pasar las noches
amarrada a tu cintura
cuidándote
muditos los dos
soñando juntos,
ganando juntos,
perdiendo juntos.

No te preocupes
si todo se torna gris
que ya sabes que
como nos complementamos
yo te presto
mi bandeja de acuarelas
cada vez que te haga falta.
Y me agarras si me caigo
-y viceversa-
que, como dice el abuelo
“puedes contar conmigo”

Disiparemos las dudas
a golpes de lascivia
en cualquier rincón
hasta acabar rendidos,
asegurándome así
de que no se te olvide
ninguno de los mil tequieros
que te he prometido.

Hace tiempo que
dejaste de ser importante
para convertirte
en imprescindible.

Ya sabes que esto no se me da bien,
que lo mío es dar abrazos
y no escribirlos.
Sin embargo
necesitaba que supieras
en primera persona
sin miedos ni vergüenzas
que eres perfecto
aunque tú no lo veas.
Que cada defecto
de esos tantos que dices tener
sólo hacen que
por cada segundo que pase
me gustes un poco más,
porque nunca una mirada
había significado tanto
y estoy tan segura
(de todo,
de ti)
que las lunas se han quedado mudas
y ya no me torturan
repitiéndome en mi almohada
que no puedo tenerte.


Ahora paso las noches
muriéndome en tus brazos
repitiéndome, incrédula
que no puede ser verdad,
que no puede existir alguien que
sea capaz de
convertir el infierno en el cielo
con sólo decir “te quiero”

3 comentarios:

Robert dijo...

Me alegro mucho de que todo vaya mucho mejor, guapa.

Y ya sabes, sonríe siempre!!! ;)

juanjo ruiz dijo...

intenso...

salu2

Anonymous dijo...

convertir el infierno en el cielo... no se puede... es como convertir los cimientos en la azotea, todo el edificio se vendria abajo.
si, ya sé que lo tuyo fué una metafora... lo mio tambien.

pablo caravia

P.d. ojala que tanta intencidad... tanta luz juvenil no sea desperdiciada en amores sin porvenir... ojala que tu fogosa antorcha no se distraiga tratando de iluminar agujeros negros... que tanta agua limpia sea utilizada no para regar sino para hacer barro en los chiqueros de los cerdos... que tu suave piel sea soporte de pinceles grotescos... llenos de mierda y no de acuarelas, si quieres que tu luz ilumine no la pongas debajo de la mesa, a no ser que se te haya caido la goma con la cual... cual oracion que clama al cielo... borre rencores pasados y pesados.
:-)