viernes, 16 de noviembre de 2007

Ángel González

A VECES

Escribir un poema se parece a un orgasmo:
mancha la tinta tanto como el semen,
empreña también más en ocasiones.
Tardes hay, sin embargo,
en las que manoseo las palabras,
muerdo sus senos y sus piernas ágiles,
les levanto las faldas con mis dedos,
las miro desde abajo,
les hago lo de siempre
y, pese a todo, ved:
¡no pasa nada!
Lo expresaba muy bien Cesar Vallejo:
"Lo digo y no me corro".
Pero él disimulaba.


[Ángel González]

2 comentarios:

Frozen dijo...

Angel es dios, y siempre lo será.

¿Te dije que lo entrevisté?

Iréz dijo...

Yo, por desgracia, he descubierto a Angel González por su fallecimiento. En clase de castellano la profa nos enseñó un artículo, la columna que tiene Almudena Grandes en El País(creo) los lunes. Donde le despedía como gran poeta, y enorme hombre. Ahora me toca descubrir porque....